Monday, June 20, 2005

Por la mañana

Él la miraba desde la entrada mientras ella hacia la cama.
-Vaya que pulcritud!!!, ni una sola arruga, es perfecta!!
-Jajajaja, en realidad no lo es, tiene una serie de arrugas en la sabana, y en la frazada. Si te acostaras en ella las sentirias, solo asi sentirias su imperfeccion.
-Pero desde aqui se ve perfecta.......no dan ganas ni de tocarla.
-Justo ese es el problema. Tiene este plumón que cubre todas sus imperfecciones. Como una coraza que le evita malos ratos, como que cualquiera llegue y se siente en ella.
Pero justo bajo él, la sabana se retuerce de ansias, la frazada se sube hasta besar tu frente y descubrir tus pies. Justo ese es el problema, que la única razón por la que ella existe, es para dar descanzo, para acoger y suavemente llevarte a tus sueños. La gente que ya sabe de esto, se acuesta en ella, y no tiene miedo de arrugar nada, porque sabe que no le causa daño, sino que más bien reconfirma su sentido de vida. Existe otro grupo, mayor que el anterior pero minoritario aún, que sabe que no es perfecta y levemente siente sus arrugas desde su sentada posición. Pero la gran mayoría ni siquiera se atreve a tocarla, por temor a romper ese equilibrio cósmico que parece desplegarse sobre ella, sólo entran la rodean y se van, sin siquiera palparla, asesinando toda ilusión de encontrar a aquel ser que la descubra y se quede para siempre en ella.

Monday, June 06, 2005

18 x 6

Corro a Américo Vespucio, tiritando espere en la parada. Tres eran mis opciones y ninguna parecía llegar.
Ya había dado todo por perdido, era la última que dejaba pasar, si no caminaría desde Plaza Egaña a la casa. Estiro mi brazo y no alcanza su máxima extensión cuando lo recojo y comienzo a correr. Con mucha energía agito mi brazo, ya no solo lo estiro, y hago parar la 614,una de mis tres opciones.
Es increíble como en tan pocos metros cuadrados, apróx. 108, entra tanta gente.
Por supuesto yo me subí y de inmediato me convertí en una sardina más de aquella gran lata.
-"Hay mijita tenga cuidado"- -"Vamos avanzando por el pasillo, la micro va desocupada atrás"- -"Ya pues hombre si no cabe nadie más en esta micro"-
A medida que el omnibus se iba desocupando, aquellas tantas sardinas comenzaron a adquirir identidad. Y entonces comenzó a aparecer la señora de pelo teñido, la chica con cachos, la escolar, el guapo, el trabajador, la dueña de casa, etc.
Traté de avanzar hasta el fondo, siguiendo las sugerencias del chofer, pero vi a la mina con parka roja que ocupaba el espacio que quería.
Bueno mitad de micro no era tan malo, lo malo sería intentar bajar.
El transporte se detiene y alguien baja, miro por entre la señora teñida y el guapo, y veo que ahora si está libre mi espacio, no alcanzo ni a respirar y se ocupa.
Me rindo y miro por la ventana y ahora que la distancia si se había hecho mayor, descubro que la mina de parka roja, era una amiga!. Siempre estuvo ahí, a menos de 5 metros de mí, es sólo que como todos se había convertido en sardina. Seguía desocupandose progresivamente la micro y en un giro de mi cabeza, descubro a un conocido ahí, mirandome a 2 metros!!
Me bajé y camine a mi casa, y desde la distancia distingui la cordillera.

Es extraño como descubro en 18 x 6 metros de acero, cuatro ruedas y muchas sardinas, que todo se ve mucho más claro cuando se toma distancia de las cosas, de los hechos.