Pena eterna

Te descubres desnuda llena de tormentos pasados.
Te descubres llorando tomando manzanilla.
Te descubres de nuevo en lo mismo, que creías terminado.
Te descubres toda de una vez, como si todo este tiempo hubiese sido mentira.
Te descubres mirando la pantalla durante horas sin hacer nada, cambias y cambias la tele, te juntas, sales!, para no ser menos y cuando vuelves descubres que no escuchaste nada. Te absorbes en el espacio, el infinito te consume y te pierdes, simplemente te pierdes.
Te descubres después de muchos intentos en el mismo comienzo y sintiendo que ya nunca se podrá. Y lloras, pero ahora porque tendrás que acostumbrarte a la situación, por más que la situación te haga llorar. Tendrás que asumir las condiciones y continuar, porque ni decidir esta incluido, se nace y se muere de la misma forma.
Confianza, seguridad, palabras que nunca comprenderás.
Mendigas de amor por la vida, haciéndose cada día mejor para nadie, titulares del corazón frágil, reinas de la inseguridad. Animales de hábitos, acostumbrada a la costumbre, acostumbrada a dudar, y a pesar de dudar, mendiga que continua igual.
De nuevo lo mismo, solo un lapsus de fantasia veraniega, un tiempo para soñar que es aplastado por la realidad.
Profundo y constante sentimiento de soledad.