Monday, June 06, 2005

18 x 6

Corro a Américo Vespucio, tiritando espere en la parada. Tres eran mis opciones y ninguna parecía llegar.
Ya había dado todo por perdido, era la última que dejaba pasar, si no caminaría desde Plaza Egaña a la casa. Estiro mi brazo y no alcanza su máxima extensión cuando lo recojo y comienzo a correr. Con mucha energía agito mi brazo, ya no solo lo estiro, y hago parar la 614,una de mis tres opciones.
Es increíble como en tan pocos metros cuadrados, apróx. 108, entra tanta gente.
Por supuesto yo me subí y de inmediato me convertí en una sardina más de aquella gran lata.
-"Hay mijita tenga cuidado"- -"Vamos avanzando por el pasillo, la micro va desocupada atrás"- -"Ya pues hombre si no cabe nadie más en esta micro"-
A medida que el omnibus se iba desocupando, aquellas tantas sardinas comenzaron a adquirir identidad. Y entonces comenzó a aparecer la señora de pelo teñido, la chica con cachos, la escolar, el guapo, el trabajador, la dueña de casa, etc.
Traté de avanzar hasta el fondo, siguiendo las sugerencias del chofer, pero vi a la mina con parka roja que ocupaba el espacio que quería.
Bueno mitad de micro no era tan malo, lo malo sería intentar bajar.
El transporte se detiene y alguien baja, miro por entre la señora teñida y el guapo, y veo que ahora si está libre mi espacio, no alcanzo ni a respirar y se ocupa.
Me rindo y miro por la ventana y ahora que la distancia si se había hecho mayor, descubro que la mina de parka roja, era una amiga!. Siempre estuvo ahí, a menos de 5 metros de mí, es sólo que como todos se había convertido en sardina. Seguía desocupandose progresivamente la micro y en un giro de mi cabeza, descubro a un conocido ahí, mirandome a 2 metros!!
Me bajé y camine a mi casa, y desde la distancia distingui la cordillera.

Es extraño como descubro en 18 x 6 metros de acero, cuatro ruedas y muchas sardinas, que todo se ve mucho más claro cuando se toma distancia de las cosas, de los hechos.

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