Nadie sabe para quien trabaja
Claro, si existía alguna opción, por supuesto ella la tomaría. Después de pasar una eternidad sobre la micro, atrapada en la Alameda y sus eternos trabajos, y luego de escapar de la gruesa y pegajosa telaraña de sus pensamientos, se bajó del omnibus y pasó a la farmacia. Era Lunes, debía ser más barato. De todos modos andaba con dinero. De pronto el mesón, de pronto la caja, de pronto un vaso en su mano derecha y en la izquierda una monona pastilla. -"Parece canica"- pensó. Amarilla, muy amarilla. -"Dos diarias durante cinco días, para ver que se hace después, luego venga a visitarme a penas comience su período"-. Era ya casi lo único que recordaba de todo lo que había dicho el doctor, claro, además del veredicto.
De pronto Martes, sin notarlo Miércoles, sin aviso Domingo; "Ya es Lunes otra vez".Entre angustías y el tedioso calor hizo parar la 212 y se subió.
"Hola, nos habíamos visto antes?.......A por supuesto, usted es la paciente del doctor Echeverría, el está de vacaciones, hoy la atenderé yo. Cuénteme"
A los cinco minutos salía de la consulta, seguía la señora de los gemelos. ¡Vaya que panzota!!, nunca había visto algo así. Al llegar a la salida lanzó un fuerte chiflido, entonces Mozart volvió a tocar, desde la esquina corrieron Da Vinci y Van Gogh.
Mientras a su lado Villee le explicaba la complejidad del cuerpo humano y a su otro costado Teresa de Calcuta le demostraba cuánto se podía lograr con fe.
1 Comments:
¡Cony! ¡te agregué a la lista de confirmados al encuentro! Si alguien más quiere ir que confirme a http://faunabloggera.blogspot.com
¡Será un gusto conocerte!
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