Pena eterna

Te descubres desnuda llena de tormentos pasados.
Te descubres llorando tomando manzanilla.
Te descubres de nuevo en lo mismo, que creías terminado.
Te descubres toda de una vez, como si todo este tiempo hubiese sido mentira.
Te descubres mirando la pantalla durante horas sin hacer nada, cambias y cambias la tele, te juntas, sales!, para no ser menos y cuando vuelves descubres que no escuchaste nada. Te absorbes en el espacio, el infinito te consume y te pierdes, simplemente te pierdes.
Te descubres después de muchos intentos en el mismo comienzo y sintiendo que ya nunca se podrá. Y lloras, pero ahora porque tendrás que acostumbrarte a la situación, por más que la situación te haga llorar. Tendrás que asumir las condiciones y continuar, porque ni decidir esta incluido, se nace y se muere de la misma forma.
Confianza, seguridad, palabras que nunca comprenderás.
Mendigas de amor por la vida, haciéndose cada día mejor para nadie, titulares del corazón frágil, reinas de la inseguridad. Animales de hábitos, acostumbrada a la costumbre, acostumbrada a dudar, y a pesar de dudar, mendiga que continua igual.
De nuevo lo mismo, solo un lapsus de fantasia veraniega, un tiempo para soñar que es aplastado por la realidad.
Profundo y constante sentimiento de soledad.

Clavos

Por todo y por nada. Es solo terror de que nadie lo pueda querer, no es amor. Alguna vez lo fue y eso es lo peor. Mientras tanto aquí me quedo yo, con el latido intenso del primer dia, y con la transpiracion fria de la soledad. Con la garganta atada y las lagrimas atiborradas entre mis parpados. Hace calor y yo solo siento ganas de dormir y ya no quiero volver a soñar jamás. La tristeza no se aleja jamás.

Por si pasas por aquí

Eres lo mas grande que en mi vida se ha cruzado, un amor inmenso que me lleno de vida. No se como se continua ahora sin ti, no se como se vuelve a levantar la vista. Yo también he muerto.
Pero la verdad no se puede seguir con algo en lo que no se cree, no puedo seguir engañandote y mintiendote, haciendote sentir que eres el hombre de mi vida, si no es algo en lo que puedo confiar. No estoy segura de esto, se que te amo mas que a cualquiera en mi vida, pero se tambien que de continuar asi nos perderemos para siempre, no quiero hacerte daño, pero sin embargo se que sufriras, pero mas vale ahora que mas tarde, en que el dolor te quite la vida de verdad.
No quiero perderte, aun te amo, y quisiera que esto volviera a resultar, pero no cambia a pesar de todo lo que hemos pasado, no ha mejorado. He tenido actitudes estupidas e hirientes, estoy muerta de miedo, insegura a tal extremo que no se nada de mi vida. No tengo rumbo, sin norte ni objetivo, sin ti. Esperaba que en toda esta ensalada de problemas, tu fueras como siempre mi refugio, mi norte, pero me doy cuenta que ya no es asi. No he podido encontrar paz en ti, no he podido ser tu refugio, soy un sin fin de problemas que no tienen porque empezar a perjudicarte a ti, estoy en suspension en el espacio, y no quiero agregar a eso el perderte para siempre. Tengo la estupida ilusion de que la vida nos convierta en mejores personas y nos junte mas pronto que tarde, para ser felices de nuevo. Pero es solo un atisbo de lucides entre tanta confusion.
Me duele taanto dejarte, eres en serio la persona mas increible que se me ha cruzado, que he conocido, capaz de entregar tanto amor! Me recuerdas tanto lo que era yo, pero el papel esta tan arrugado ya, que mis temores me hacen escapar. No quiero arrugar mas tu papel, no quiero hacerte lo que a mi me hicieron, no quiero que me vuelva a pasar a mi tampoco, ha sido el tiempo justo, confio en que por primera vez en la vida, esto continuara al menos como amistad. Soy capaz de aguantar mucho tiempo para que se sane tu corazon y podamos volver a reir como antes. Necesito un tiempo para planchar mi corazon y olvidar algunas cosas y poder con seguridad volver a confiar como lo hacia. No te merezco en tantos modos, soy demasiado diferente a lo que siempre soñaste y te mereces tanto ser feliz, y se perfecto que yo no tengo la capacidad para hacerlo. Porque soy una isnensible, trabajolica, histerica insegura y tantas cosas mas que tu sabes bien, que no es justo tenerte amarrado en mi para siempre, por mas que yo quisiera conmigo tenerte.
Te amo Max, y lo hare por siempre, te amo taanto!

No hay palabras

Solo hay ganas de escribir.
Cansancio de no sentir deseos de escribir sobre algo bueno.
Tos, mucha tos.

Pausas extensas, silencios agotadores.
Actitudes incomprensibles.
Lágrimas sin pena.

Sensacion de pérdida, ganas de libertad.
Cambio de look, altos índices de vanidad.
Insuficiencia sentimental, cárdiaca, pulmonar y mental.

Proyecto de vida desierto.
Nula ilusión sentimental.
Sólo tiempo, ojalá mucho tiempo para dejar de pensar.

Algo se detuvo en punto muerto

Como una brisa marina.

Pasa, le refresca, le saca una sonrisa y se acaba. Su gracia se va, se pierde con el mar. Luego viene otra brisa marina, pero ya no está.

Como un pie de limón.

Cuando lo degusta por primera vez es maravilloso, dulce, suave, único. Luego hostiga, entonces se deja de lado y se bebe agua.

Como una luz blanca.

Pareciera un ángel descendiendo, ilumina tan fuerte que irradia esperanza, fuerza y amor. Pero ya luego se extraña la luz amarilla y la blanca empieza a molestar. Entonces compra una ampolleta normal.

Como un amor ficticio.

Es maravilloso en un inicio, es la eternidad, es siempre, es verdad. Mas las tontas discusiones aburren y entonces te deja de nombrar, y ese imperecedero amor se pierde en la maraña de discusiones que solo delatan, que nunca fue verdad.

La mira y llora.

Lo mira y calla bajando la mirada, no es ella la que ha dejado de amar.

Él llora de vergüenza, llora de soledad, soledad interna inmensa que no le permitio amar. Llora de desesperación por querer recuperar esa brisa marina que sintió un día sobre su rostro.

Ella calla de dolor, porque el sólo amaba a esa brisa marina, y no al mar.

Mientras el llora, ella calla, cada vez calla más.

El silencio arrebata la seguridad, la esperanza, la ilusión.

Él desesperado llora más fuerte para asesinar a ese ángel que intenta arrebatarles la verdad en un cruel silencio que se apodera de todo.

Ella se sumerge en la oscuridad y está ya tan lejos, que no alcanza a escuchar el silencio mortal, pues se pierde en mil pensamientos alimentados por su cada vez más fecunda inseguridad.

Las lágrimas ya no mojan las mejillas de él, ya está aburrido del silencio, ya no siente ganas ni de llorar. Deja de intentar.

Se la pasan compitiendo por quien tiene la verdad, tan adversas realidades que no transan ni un poco su pensar. Ella camina callada a su lado, inmersa en lagos inmensos de incertidumbre. El camina callado también, inmerso en lagos inmensos de soledad, pues la mujer de su lado se está perdiendo en el silencio mortal.

Desencanto

A veces las cosas figuran sumergidas bajo nuevos rostros que parecieran haber estado siempre, que parecieran ser así.
Uno escucha cuentos de un pasado que se ve tan lejano y que suena tan extraño que hasta asusta.
Pero no se sabe de miedo, hasta que se descubre que los cuentos eran ciertos, y que hay evidencias por todos lados.
Una ingenuidad pura era lo que se tenía, y una inseguridad dura es la que se obtiene.
Si el cuándo se obtiene es una difícil pregunta, más aún lo es el cuando se acaba.

Los cuentos también dicen que la inseguridad es eterna, que se puede aprender a vivir con ella. Mas también dicen que es posible jamás sentirla. Quisiera existiera un punto intermedio.

Cuando las fuentes de la inseguridad son difusas, es bastante fácil olvidarlas. Pero cuando la fuente de la inseguridad tiene nombre y apellido, adquiere vida y se vuelve un ir y venir constante, dependiendo de si se te presenta o no. Cierta parte de ella es real, mas hay otra mucho mas importante, que obedece a una acumulación de inseguridades, que quizás poco se relacionen con la misma.

Cuando los fantasmas te invaden, es muy difícil volver a sepultarlos, cuando son fuertes y tu protección débil, cualquier trizadura termina por romperte.

Solo queda cerrar la boca, levantar la vista, guardar las lágrimas y continuar, y cambiar de rumbo cada vez que la inseguridad este cerca.

Sí, se conoce el miedo, se reconoce justo en el nombre y apellido de tu inseguridad, se escribe en cada letra que con respecto a ella se mencione, y lejos lo más difícil es que tu protección es quien le permite pasar.
Tu escudo protector de pronto se vuelve traslucido, se esfuma con el humo de un cigarrillo, se pierde en la transpiración de una botella, se va.

Es entonces el peor momento.

Mientras tu inseguridad se hace cada vez más latente, tu escudo decide acercarse a ella, con el ingenuo pensamiento de ayudarte a dominarla. Entonces todo termina, ella gana.

Solo queda cerrar la boca, correr la vista, dejar las lágrimas para tu almohada y alejarse lo más posible de todo cuánto incluya tu inseguridad aunque ello implique dejar parte de tu escudo atrás.

Desolación

Eran los riesgos de conocer alguien que fuera demasiado para mi, el monstruo esta vez sería yo.